lunes, 28 de mayo de 2012

Carlo Maximum et Buxum Populus

"Carlo Maximum Kirchnerium"



Compañeros y compañeras, en este post vamos a tratar un tema cuanto menos delicado, a saber: "La Caja". Quien la tiene, como la administra, quienes tienen acceso y a costa de que. Todo esto, entre signos de interrogación ( ¿ / ? ) porque no tengo ganas de tipear a esta altura de la noche.




La Caja

Técnicamente hablando, la caja seria un capital de reserva, fluctuante, que puede incrementar o disminuir en relación a los ingresos y egresos que de el dispongan el o los administradores.
En nuestro país, y en particular en la jerga política, la caja tiene una connotación similar, pero con algunos rasgos propios de la actividad.
El primero de ellos está relacionado con la fuente que provee de ingresos a "La Caja" que no es otra cosa que el pueblo mismo, ya sea en forma directa mediante la recaudación de impuestos por parte de los entes de gobierno, o bien en forma indirecta a través de las ganancias obtenidas por las transacciones realizadas con los bienes y recursos naturales del territorio.
El segundo de los rasgos característicos se relaciona con la administración de los mismos. Actividad reservada solo a las máximas autoridades gubernamentales y/o a las personas autorizadas por estas. Queda claro que no es una cuestión de formas, sino una cuestión de fuerza.
En cuanto a los beneficiarios, osea aquellos que logran tener acceso a la misma y tercer rasgo distintivo de la actividad política, podemos afirmar que en general, todos somos en mayor o menor medida destinatarios de sus fondos. Pero dejando de lado las obligaciones propias del Estado, hacia afuera con el internacional, hacia adentro para con sus ciudadanos y haciendo referencia directa a los fondos que quedan pedaleando en el aire, solo un puñado de personas logran participar de la repartija, por llamarlo de alguna manera. Hey, no crean que este gueto es demasiado permeable, tengan en cuenta que se tratan de sujetos con gran poderío en la segunda y tercera línea de poder político (Gobernadores; Intendentes; Ministros; Senadores; Diputados; Sindicalistas; Dirigentes Sociales; Empresarios; Familiares y Amigos). Ojo! Todos ellos afines al gobierno de turno, no se crean que le van a abrir el juego a un crítico, mucho menos a un opositor, con o sin fundamentos. Y así nos vamos a la cuarta característica particular de la política, que versa sobre los costos del acceso al maravilloso mundo de "La Caja".
Como sostenía en la breve intro que figura ut-supra, nada de esto es gratis, el precio puede ser la negación de las convicciones más profundas de nuestro ser, casi como venderle el alma al diablo para los creyentes, el costo para un idealista puede llegar a ser la obsecuencia muda.
Por ello, desde los gobernadores hasta los intendentes, pasando por todos los actores políticos que giran en torno, deberán obedecer las directivas del administrador sin chistar para mantenerse en el circuito.


Carlo Máximum et Buxum Populus

Habiendo a estas alturas, comprendido de que se trata este maravilloso y tan poderoso elemento de la política, vamos a interiorizarnos en el actual administrador de la misma en nuestro país, la tan vapuleada pero resistente República Argentina.
Las malas lenguas (y también las buenas) sostienen que ante la partida del último presidente justicialista nacional, el compañero Néstor Carlos, un gran materializador de sueños populares. Su hijo Máximo Carlos, a quien denominaremos “Carlo Maximum” porque tiene ese toque de emperador romano, o al menos, según cuentan, así es como se desenvuelve en la cotidianeidad, heredó, no sabemos ¿cómo? La potestad administrativa de “La Caja” (“Buxum Populus” de ahora en adelante).
La cuestión no es como llegó hasta ahí, lo trascendental es que “Carlo Maximum” maneja a discresión la “Populus Buxum” Argentina.

¿Y cómo desarrolla esta “fatídica actividad? La verdad es que no podemos criticar con fundamentos certeros su labor administrativa ¡Peeero! lo que si podemos hacer es repasar los efectos secundarios que produce sobre particulares determinados en todo el territorio.
El Emperador “Carlo Maximum”, siguiendo la línea procedimental de sus antecesores, realiza una tarea de adoctrinamiento político mediante el uso de los bienes que integran la 
“Buxum Populus”. Una suerte de compraventa macabra, donde mediante la entrega de una prestación dineraria a un particular, se obtiene, a modo de contraprestación la voluntad del mismo. Lamentablemente, las voluntades adquiridas en este tipo de operaciones son de la categoría de bienes de tipo consumibles, debido a que se extinguen con el o los primeros usos. Aunque cabe destacar que esto permite la concertación de nuevas operaciones, contribuyendo al adoctrinamiento progresivo que imparte el administrador por un lado y al desarrollo normal del cargo, de quien en definitiva solicite los mencionados beneficios económicos por otro.-
Hasta aquí todo muy lindo, no hay reproche alguno por hacer porque somos consientes de que se trata de una herramienta emergente del aval popular que surge de los comicios y debe necesariamente estar al servicio discrecional de nuestros gobernantes o sus delegados durante el tiempo que dure su gestión.

 Lamentablemente el ser humano, además de crear un sin número de leyes a las que luego se somete y por ley, valga la redundancia, debe acatar, también tiene la facultad de contrastar lo normado con el sentido común, máxima expresión esta, de la universal normalidad. Es así, debido a que nosotros también somos medios seres humanos (solo de lunes a sábados en mi caso) que no podemos dejar de realizar este tipo de comparaciones, de lo lícito respecto de lo ético, de lo permitido respecto de lo aprobado.  Y de ahí es que me surge la impostergable necesidad de criticar, refugiado en el incorruptible e impenetrable bunker de “La Base Militante”, las maniobras del Emperador “Carlo Maximum”, que desde hace un tiempo, nos vienen bombardeando las formaciones emergentes.
El primer bombardeo llegó desde “La Cámpora”, una estructura política emergente, que legó el Emperador junto con la  “Buxum Populus” . No quedó del todo claro cuál fue el motivo de su creación, porque comenzó como una línea constituida por jóvenes “personalistas” (que siguen a los hombres no a las ideas) adeptos al modelo propuesto por Kirchner, con el objetivo de afianzarlo de cara al futuro. Pero con el correr de los meses, fuimos testigos de vejaciones sin precedentes en la historia política nacional desde la última vuelta a la Democracia.
Comenzaron por invadir las entrañas del Partido Justicialista, forzando, a base de 
“Buxum Populus”, el ingreso de sus nombres (jóvenes de un exitismo extremo) en las boletas electorales de las diferentes provincias (No tengo registro en otros partidos como la U.C.R. o el P.S. pero pueden ampliar en los comentarios). La cuestión era simple, si no accedían, se cortaban las transacciones y las provincias sin recursos de nación, se prenden fuego, como se prendieron fuego los compañeros que legítimamente (por consenso o por internas partidarias) debían ocupar esos lugares cedidos.

Paralelamente, coparon todos los cargos directivos en los organismos nacionales (PAMI, ANSES, C.A., V.N., hoy Y.P.F.) estos cuentan como bienes de la  “Buxum Populus”. Con los puestos derivados comenzaron a contener a su flamante militancia para armarse en el interior. Esto es lícito y ético, aunque no les va demasiado bien porque aún tienen un promedio de dos (2) banderas y once (11) remeras per cápita militante. Dato no menor, porque como bien saben, no  superan por mucho a la Juventud del Pro, no alcanzan un 30% de la J.P. Evita, forzaron un acople con la J.P. Bonaerense y en el interior no le pueden hacer ni sombra a La Gloriosa Juventud Peronista, aunque ello no implica que no puedan ponerle palitos en la rueda mediante presiones dirigidas a los compañeros de cúpula, para que bajen línea a la cantera.

Esto puntualmente es lo que no me termina de cerrar, no comprendo ese afán de “Carlo Maximum” de querer controlarlo todo y destruir en parte, todo lo que en definitiva sostiene la propia estructura de la cual se sirve. Es una suerte de maquiavelismo bobo mezclado con prácticas de “tiro al pichón y test*s para ir al espacio” y no iba a pasar mucho tiempo hasta que algún irreverente como quien suscribe salga a tirar la bronca.  Y sepan que la bronca no es solo por las presiones a la cúpula que públicamente aparece silenciada y abatida, o por los compañeros con proyección que se quedan en el molde o se abren (ojo, estos pueden elegir plantarse ante el poder todavía, más que la presión, los condicionan la tentación y/o la ambición) Un capítulo aparte. La bronca también brota porque utilizan las figuras históricas, solo de las etapas gloriosas del justicialismo, ignorando sus biografías por completo, solo para colorear el circo marketinero con el que intentan acaparar uno que otro jovenzuelo poco instruido que quizá, alguna vez oyó  de ellas por T.N. (Ver en blog: “Los 5legados de Cámpora” y “El Peronista Kirchnerista”). 
Sepan también se encuentra en estas líneas un reproche contundente a los compañeros que guardan silencio ante estos acontecimientos, porque no tengo el ego tan grande como para creer que soy el primero y/o el único  avivado del movimiento que se dio cuenta de esto. 
Vamos muchachos, un cuarto de pila, los que ya estamos en la base, militamos en forma voluntaria (gratuita), más abajo no nos van a mandar (espero) y de ser así, bueno…Será cuestión de iluminar bien el subsuelo y seguir organizando el asenso. PORQUE EL PERONISMO SERÁ REVOLUCIONARIO, O NO SERÁ NADA.-

“La ocasión obliga, y la más grave culpa frente a sí mismo, es la de haber perdido la ocasión” 

Abrazo Peronista

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